Lanzado por el lehendakari Ibarretxe en septiembre de 2002, el plan
propone El pueblo vasco es un pueblo de Europa con identidad propia . El
derecho del pueblo vasco a decidir su futuro, es decir, el derecho de
autodeterminación. Las decisiones de los ciudadanos de cada región del
País Vasco (Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y País Vasco francés o
Iparralde, véase Euskal Herria) deben respetarse por las demás y por el
resto de pueblos de Europa. Además la propuesta plantea una serie de
reformas, las más importantes referentes a la exclusividad de las
competencias en administraciones públicas, educación, cultura, deporte,
política linguística, asuntos sociales, sanidad, economía, hacienda,
vivienda, medio ambiente, infraestructuras, transportes, seguridad
pública, trabajo y seguridad social. Los partidos mayoritarios
españoles, el PP y el PSOE, lo acusan de: Ser un plan encubiertamente
secesionista, que busca la independencia del País Vasco a medio plazo.
Ser inconstitucional, y fuera del marco de la Unión Europea – aunque en
la consulta que se le hizo al Parlamento Europeo éste declaró que era
un asunto interno de España. Compartir objetivos con el proyecto
político del nacionalismo radical y, por tanto, “dar alas” a ETA.
El PP llegó incluso a modificar el Código Penal para imponer penas de
cárcel a quien convocara referéndums sin la aprobación del gobierno,
como sería el caso del gobierno vasco si lo hubiese hecho sin el
respaldo del gobierno español. El 22 de junio de 2005, fueron eliminadas
dichas modificaciones por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
En diciembre de 2004 el plan fue aprobado por el Parlamento Vasco
gracias al apoyo inesperado de tres parlamentarios de Sozialista
Abertzaleak. El plan necesitaba 38 escaños para seguir adelante y obtuvo
el respaldo de 39. El tripartito PNV-EA-IU ya sumaba 36. El resto de
votos, 35, fueron los de PP, PSE y tres de SA. Casi un año después, el
pleno del Congreso dijo “no” a la toma en consideración de la propuesta
de reforma del Estatuto planteada por el Parlamento Vasco. El Plan
Ibarretxe fue desestimado con 313 votos en contra, 29 a favor y dos
abstenciones. El proyecto se rechazó con los votos del PSOE, PP,
Izquierda Unida, Coalición Canaria y Chunta Aragonesista. Votaron a
favor de su tramitación parlamentaria los diputados del PNV, ERC, Eusko
Alkartasuna, Nafarroa Bai y el BNG, mientras que los dos representantes
de Iniciativa per Catalunya (IC) se abstuvieron.
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